Respeto, unidad e independencia
Respeto a todo modo de ser, por el hecho de ser, podría plantearse como correcto desde la visión del derecho propio de ser algo o “alguien”. Satisfacer las necesidades de existir y de expresar un ver y un sentir, debería de ser lo obvio desde la visión del respeto a ser. Pero que sucede cuando unas necesidades, o exposiciones chocan con las necesidades y exposiciones de lo que llamo lo otro, los demás, etc. El arte del respeto mutuo y la aceptación de todas las posibles diferencias, siempre que no sobrepasen la línea del respeto mutuo, es digna de ser investigada. La imposición, la intolerancia, el autoritarismo con la idea de un bien común, debería de ser mirado con detalle, pues el derecho de ser debería de ser siempre comprendido si aparece el intentar no dejar que se sea del modo que sea.
En esta multi-pluralidad existencial o unidad de aparentes diferencias (unidad de versos) que es el milagro del existir, y ¡existe!, la independencia “relativa” forma parte de la existencia y es necesaria para el buen funcionamiento del existir, la independencia siempre condicionada a existir (la unidad existencial). La independencia es adquirir un rol de afirmación existencial, si no, se puede llegar a la dinámica de desaparecer o hacer desaparecer. Convivir es compartir inteligentemente para poder reafirmar la individualidad, en beneficio de la expresión de la totalidad, como es el juego-gozo de existir.
La sencilla actitud positiva realista
Ver, o ser consciente de… (Consciencia), sentir, con todo su gran abanico de sensaciones o percepciones sensitivas (posibilidad de Amor), y actividad, toda posibilidad de acción (Energía), son entremezclándose las bases de la experiencia del vivir. Estos principios forman parte de la plenitud del ahora, él ahora está lleno de posibles Sensaciones (por supuesto con su indicador inevitable y muchas veces equilibrador, el dolor o sufrimiento), Concienciaciones (reconocerse en todo), y Actividad (vibración, movimiento, dedicación…). Podemos ser conscientes deliberadamente en el ahora, de estos principios o bases existenciales. Hay una plenitud de respiración, de color, de formas, etc. ahora, ser plenamente conscientes de ello (la sencillez inmediata de ser), casi como si se experimentara por primera vez, y aumentar la capacidad de estar atento a este momento presente, aunque sea por un breve espacio de tiempo.
Ampliando la experiencia sencilla del ahora independientemente de la carga pensamiento-emoción, sin forzar excesivamente (lo que se pueda, ahora). Reconocer ese ver, sentir, actuar es la vida, ¡que es lo que soy! Conjuntamente con esa posibilidad de ser más consciente (regocijarse y reconociéndolo) de la base del ahora, hacer lo que convenga hacer, o se crea que se debe de hacer, pues eso (lo que se haga), en este momento será lo correcto.
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