Cuando la mentira se disfraza de verdades, éstas dejan de ser esencialmente verdad. Cuando la mentira de la creencia de ser usa los conocimientos, éstos provocan la falta de bien común. Cuando predomina el yo falso, las sabidurías y las buenas intenciones son sólo disfraces de la mentira.
Cuando la mentira está presente, la bondad inocente queda temporalmente trastocada por la culpa y la duda. La mentira provoca más creencias, normas, moralidades y apegos; se apoya en las ideas y confunde al pensamiento. La verdad es el presente sencillo, la mirada limpia que genera comprensión y compasión.
La mentira sabe mucho. La verdad ve mucho. La verdad es suprema, ya que la mentira también es verdad pero como mentira. La verdad es la vida en todos sus aspectos. La mentira es la confusión humana de lo que es la vida. La mentira individualiza y esclaviza. La verdad libera lo individual, lo limitado. La mentira usa el gran arte de la estrategia para vender mentiras como verdades. La mentira interpreta, supone, reafirma, asienta cátedras e impone.
La verdad es libre de modos, es como el espacio que deja que las cosas sean lo que son porque todas son verdaderas como ella misma.